jueves, 10 de junio de 2010

“La voluntad consciente no es más que otra ficción cerebral”

Escrito por Iñaki Berazaluce el 29.04.2010 @ 21:15








>“Lo que ha sido creído siempre y en todas partes tiene grandes posibilidades de ser falso”, Paul Valery.

Lean atentamente la frase de arriba. Se trata de un contundente ejemplo de escepticismo y de “contracorrientismo”, si me permiten la patada al diccionario. La trae a colación el catedrático de neurociencia Francisco Rubia, el mismo que afirmaba en este mismo blog que la realidad no era más que una convincente ficción generada por el cerebro.

Algunas de las cosas “que han sido creídas siempre” son:

-La Tierra es plana.

-El Sol gira alrededor de la Tierra.

-Existe una realidad objetiva ahí fuera, independientemente del sujeto que la percibe.

-Nuestros actos son el producto de nuestra voluntad.

Todas ellas son ideas fuertemente intuitivas, con el matiz de que las dos primeras han sido aceptadas por casi todo el mundo (sí: todavía hay quien afirma que la Tierra es plana) pero nos resistimos a aceptar las dos últimas, firmemente asentadas en nuestra cosmovisión.

Sin embargo, la neurociencia parece disponer de las pruebas que niegan la existencia de esa quimera llamada “libre albedrío”. Los experimentos demuestran que cuando llevamos a cabo un movimiento, el impulso nervioso se anticipa a la “sensación subjetiva de voluntad”, aunque el cerebro invierte la secuencia de los hechos para elaborar una película coherente de la realidad en la que queda a salvaguarda la voluntad del sujeto. En ocasiones, el impulso aparece en la corteza parietal hasta 10 segundos antes de que entre en la conciencia. Según Rubia, “el hecho de que no seamos libres resulta anti intuitivo y por ello genera resistencias”.

“La idea del libre albedrío hunde sus raíces en una época precientífica, en la que no se conocía la idea de causalidad”, según ha explicado Rubia en la conferencia “¿Somos realmente libres?”, dictada hoy en Madrid. Con esta distinción entre la filosofía especulativa “precientífica” y los hallazgos científicos de la neurociencia, el catedrático español se alinea con Steven Pinker, cuya influyente “La tabla rasa” trata de actualizar la concepción de la naturaleza humana con los datos científicos, superando las especulaciones filosóficas y teológicas.

Saber si somos o no conscientes de nuestros actos tiene muchas connotaciones. Sin ir más lejos conceptos “como la responsabilidad, la culpabilidad, la imputabilidad o el pecado” dan por supuesto el libre albedrío. La nueva concepción “no consciente” de los actos puede que acarre el cambio del Código Penal en Alemania. Lo que no quiere decir, apunta Rubia, “que no castiguemos al delincuente pero sí que cambiaremos la imagen que tenemos de esa persona…así como el mismo concepto de la rehabilitación en las cárceles”.

Para más información: “El fantasma de la libertad”.

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